Planteamiento marxista de cultura
Para Karl
Marx, la cultura es un “reflejo de las actividades sociales de producción” es
decir que alrededor de dichas actividades sociales se forja la cultura, y es en
un alto porcentaje cierto, pues cada actividad económica invoca su cultura. Por
ejemplo en el ámbito de la minería, se viven y desarrollan unas costumbres
específicas y unos rasgos culturales predeterminados que hacen curso desde
todos los tiempos.
Marx relaciona la cultura con los
medios, los sistemas de producción y la ideología colectiva que permite la
dominación de unos sobre otros y como un elemento que facilita la perpetuación
de las relaciones de desigualdad de las sociedades.
Marx presenta un concepto de
cultura estrechamente ligado con las concepciones políticas e ideológicas como
pensador Alemán, en relación a la organización social, el trabajo, la
producción y los sistemas políticos que se desarrollaron en su época. Esta
posición, en mi concepto, reduce los aspectos de cultura hasta los medios de
trabajo de las personas, sociedades y colectivos humanos, dejando de lado otros
conceptos más amplios e integrales que se han elaborado alrededor de la cultura
en la actualidad.
Sin embargo, los planteamientos
de Marx son reales y se pueden observar en nuestra época. Vemos como desde los
medios masivos de información se está imponiendo una nueva forma de ver la
cultura, de invadir y homogenizar los comportamientos y costumbres humanas,
imponiendo modelos de sociedad que van en contra vía de la diversidad y atentan
contra las manifestaciones culturales del mundo.
El Marxismo siempre va estar relacionado de primera mano
con la producción y el desarrollo de lo social, su estructura, su entorno y el
sistema como se realiza. Según Marx “considera según su punto de vista, un
medio para mostrar la desigualdad de clases y las diferencias sociales, y este
perspectiva lo vuelve político y dogmatico; lo que hace es focalizar a la
cultura como un estrato social de clase y limita sus horizontes”
El desarrollo productivo de los países encajados en un
marco capital, y el avance industrializado ha dividió las clases sociales y al
vez desarraigado las culturas propias de los pueblos, a favor de las nuevas
corrientes políticas y de poderío económico.
Actualmente la producción en masa, ha generado una
cultura del consumismo con una fuerza e intensidad que evita que las sociedades
se adapten a este fenómeno cambiante y sean absorbidas de manera directa e
indirecta, lo que desplaza de gran manera, las tradiciones y costumbre de los
pueblos.
En suma se puede considerar que el concepto Marxista de
cultura, estaba un poco adelantado a su tiempo. Si bien lo que plantea Marx no
es descabellado, se puede observar con
mayor nitidez ahora mucho más que en el siglo XIX; pues la masificación de los
medios de comunicación y la homogeneización que se hace progresivamente de la
cultura, si denota un interés de unas clases privilegiadas por imponer estilos
de vida y comportamientos específicos a la mayoría de la población; sin
embargo, pienso que esto tiene un fin más comercial que político (aunque no
digo que no interfiera en ello) De otra parte, la relación dialéctica que
sugiere Marx entre relaciones sociales y modo de producción, las cuales se
afectan mutuamente, considero que no son aplicables a nuestro contexto y a la
realidad actual.
¿Encuentra
actual su pertinencia? Justifique su postura.
Los planteamientos del Marxismo son siempre bienvenidos
en las discusiones de los intelectuales,
allí tienen vigencia y mucho más cuando las sociedades convulsionan frente a
fenómenos económicos y sociales. Para los Marxistas, según Néstor García Canclini “se devela que el interés de la mega
estructura es mantener un orden social perenne, los ricos arriba- los pobres
abajo, en consecuencia, la relación de producción tienen un impacto demoledor
sobre la cultura”.
Los grupos dominantes a través de sus instituciones
económicas, según los planteamientos marxistas, construyen toda una red de
hechos, situaciones que alteran, modifican la cultura, sin embargo, nuestra
posición es que si fuese esa una verdad absoluta y que los dominantes (léase
dueños de las grandes empresas) se sientan a planear como cambiar la cultura,
sería un argumento simplista, fácil de digerir, casi que no tendría discusión.
Tal vez organizan como continuar con una vida exitosa,
donde sus empresas sigan generando fortunas impresionantes, pero su proceso
económico corporativo es su principal objetivo, que esto tenga consecuencias
culturales casi que indescriptibles, es una cuestión que merece un estudio
especial, pero sin duda, esa no es su prioridad.
Las relaciones de poder siempre han existido y son
precisamente estas las que han permitido que el ser humano se reinvente y cada
vez adquiera más sentido por vivir, por existir. Bajo un supuesto de dominado
(léase obrero, empleado) se busca en el diario vivir la forma de mejorar la
calidad de vida no necesariamente denigrando, atacando, reprochando “la mega
estructura”, claro, eso no implica reconocer las múltiples injusticias a las
que nos vemos sometidos, por pertenecer a
este grupo, sino haciendo con
responsabilidad las labores para construir
posiciones críticas frente al sistema.
Insistir en que los ricos quieren mantener sometidos a
los más pobres, es negar la evolución de la sociedad, es hacerle juego a una
filosofía que en la práctica política,
económica y social ha tenido estruendosos fracasos. No sesabe sí exista el neo
marxismo, pero creo que la lucha de clases debe replantearse a partir de una
educación de calidad e incluyente, mirando hacia el futuro y no congelados en
la historia estática del marxismo clásico.
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