domingo, 20 de abril de 2014

Planteamiento marxista de cultura

Para Karl Marx, la cultura es un “reflejo de las actividades sociales de producción” es decir que alrededor de dichas actividades sociales se forja la cultura, y es en un alto porcentaje cierto, pues cada actividad económica invoca su cultura. Por ejemplo en el ámbito de la minería, se viven y desarrollan unas costumbres específicas y unos rasgos culturales predeterminados que hacen curso desde todos los tiempos.

Marx relaciona la cultura con los medios, los sistemas de producción y la ideología colectiva que permite la dominación de unos sobre otros y como un elemento que facilita la perpetuación de las relaciones de desigualdad de las sociedades. 

Marx presenta un concepto de cultura estrechamente ligado con las concepciones políticas e ideológicas como pensador Alemán, en relación a la organización social, el trabajo, la producción y los sistemas políticos que se desarrollaron en su época. Esta posición, en mi concepto, reduce los aspectos de cultura hasta los medios de trabajo de las personas, sociedades y colectivos humanos, dejando de lado otros conceptos más amplios e integrales que se han elaborado alrededor de la cultura en la actualidad.

Sin embargo, los planteamientos de Marx son reales y se pueden observar en nuestra época. Vemos como desde los medios masivos de información se está imponiendo una nueva forma de ver la cultura, de invadir y homogenizar los comportamientos y costumbres humanas, imponiendo modelos de sociedad que van en contra vía de la diversidad y atentan contra las manifestaciones culturales del mundo.

El Marxismo siempre va estar relacionado de primera mano con la producción y el desarrollo de lo social, su estructura, su entorno y el sistema como se realiza. Según Marx “considera según su punto de vista, un medio para mostrar la desigualdad de clases y las diferencias sociales, y este perspectiva lo vuelve político y dogmatico; lo que hace es focalizar a la cultura como un estrato social de clase y limita sus horizontes”


El desarrollo productivo de los países encajados en un marco capital, y el avance industrializado ha dividió las clases sociales y al vez desarraigado las culturas propias de los pueblos, a favor de las nuevas corrientes políticas y de poderío económico.

Actualmente la producción en masa, ha generado una cultura del consumismo con una fuerza e intensidad que evita que las sociedades se adapten a este fenómeno cambiante y sean absorbidas de manera directa e indirecta, lo que desplaza de gran manera, las tradiciones y costumbre de los pueblos.

En suma se puede considerar que el concepto Marxista de cultura, estaba un poco adelantado a su tiempo. Si bien lo que plantea Marx no es descabellado,  se puede observar con mayor nitidez ahora mucho más que en el siglo XIX; pues la masificación de los medios de comunicación y la homogeneización que se hace progresivamente de la cultura, si denota un interés de unas clases privilegiadas por imponer estilos de vida y comportamientos específicos a la mayoría de la población; sin embargo, pienso que esto tiene un fin más comercial que político (aunque no digo que no interfiera en ello) De otra parte, la relación dialéctica que sugiere Marx entre relaciones sociales y modo de producción, las cuales se afectan mutuamente, considero que no son aplicables a nuestro contexto y a la realidad actual.

¿Encuentra actual su pertinencia? Justifique su postura.

Los planteamientos del Marxismo son siempre bienvenidos en las discusiones  de los intelectuales, allí tienen vigencia y mucho más cuando las sociedades convulsionan frente a fenómenos económicos y sociales. Para los Marxistas, según Néstor García  Canclini “se devela que el interés de la mega estructura es mantener un orden social perenne, los ricos arriba- los pobres abajo, en consecuencia, la relación de producción tienen un impacto demoledor sobre la cultura”.

Los grupos dominantes a través de sus instituciones económicas, según los planteamientos marxistas, construyen toda una red de hechos, situaciones que alteran, modifican la cultura, sin embargo, nuestra posición es que si fuese esa una verdad absoluta y que los dominantes (léase dueños de las grandes empresas) se sientan a planear como cambiar la cultura, sería un argumento simplista, fácil de digerir, casi que no tendría discusión.
Tal vez organizan como continuar con una vida exitosa, donde sus empresas sigan generando fortunas impresionantes, pero su proceso económico corporativo es su principal objetivo, que esto tenga consecuencias culturales casi que indescriptibles, es una cuestión que merece un estudio especial, pero sin duda, esa no es su prioridad.

Las relaciones de poder siempre han existido y son precisamente estas las que han permitido que el ser humano se reinvente y cada vez adquiera más sentido por vivir, por existir. Bajo un supuesto de dominado (léase obrero, empleado) se busca en el diario vivir la forma de mejorar la calidad de vida no necesariamente denigrando, atacando, reprochando “la mega estructura”, claro, eso no implica reconocer las múltiples injusticias a las que nos vemos sometidos, por pertenecer a  este  grupo, sino haciendo con responsabilidad  las labores para construir posiciones críticas frente  al sistema.


Insistir en que los ricos quieren mantener sometidos a los más pobres, es negar la evolución de la sociedad, es hacerle juego a una filosofía que en la práctica  política, económica y social ha tenido estruendosos fracasos. No sesabe sí exista el neo marxismo, pero creo que la lucha de clases debe replantearse a partir de una educación de calidad e incluyente, mirando hacia el futuro y no congelados en la historia estática del marxismo clásico.

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